¿Qué es la metilación?

La metilación del ADN es un proceso natural y vital que ayuda a controlar qué genes están activos en nuestras células. Cuando la metilación del ADN falla, puede provocar graves problemas de salud.

La metilación del ADN es un proceso biológico que desempeña un papel crucial en la regulación del funcionamiento de nuestros genes. Es esencial para muchas funciones corporales normales. Por ejemplo, ayuda a las células a especializarse en distintos tipos, como células musculares o cerebrales. También ayuda a proteger nuestro ADN de virus dañinos desactivando genes que los virus podrían utilizar para replicarse.

Nuestro ADN es como un manual de instrucciones gigante para nuestro cuerpo, que contiene toda la información necesaria para construirnos y mantenernos. Los genes son como instrucciones individuales. Ahora bien, no todas estas instrucciones son necesarias en todo momento. Algunas se utilizan a menudo, mientras que otras rara vez, o nunca, se necesitan.

La metilación del ADN ayuda a controlar qué instrucciones (genes) se activan o desactivan, asegurando que los genes correctos estén activos en los momentos adecuados.

La metilación del ADN funciona añadiendo pequeñas etiquetas químicas llamadas grupos metilo a partes específicas del ADN y puede cambiar la forma en que una parte concreta del ADN es leída por la célula. Los grupos metilo son como pequeños interruptores. Cuando estos interruptores están en la posición «on» (unidos al ADN), pueden apagar el gen, impidiendo que se utilice. Por el contrario, cuando el interruptor está «apagado» (no unido), el gen puede estar activo y ser utilizado por la célula.

Alteraciones en la metilación del ADN debido a mutaciones pueden provocar enfermedades, entre ellas el cáncer. Si una mutación impide que un gen supresor de tumores se metile correctamente, puede producirse un crecimiento celular descontrolado.

Entender cómo afectan las mutaciones del ADN a la metilación ayuda a los investigadores a encontrar formas de corregir estos errores y desarrollar tratamientos para las enfermedades relacionadas.

Entre los genes clave para la metilación del ADN estarían DNMT1, DNMT3A, DNMT3B y MTHFR. DNMT1, DNMT3A y DNMT3B producen enzimas denominadas ADN metiltransferasas.

La DNMT1 mantiene los patrones de metilación existentes durante la división celular, garantizando que las nuevas células tengan la misma actividad génica. DNMT3A y DNMT3B añaden nuevos grupos metilo al ADN, creando patrones de metilación durante el desarrollo temprano. El gen MTHFR también es vital. Ayuda a procesar el folato (vitamina B9) en una forma que el cuerpo pueda utilizar, lo que es esencial para la metilación del ADN.

MTHFR proporciona los componentes básicos necesarios para crear y mantener los grupos metilo. Una mutación en MTHFR puede alterar este proceso, provocando problemas de metilación y, potencialmente, problemas de salud como altos niveles de homocisteína, que están relacionados con enfermedades cardiacas.

Otro gen importante es el TET, que ayuda a eliminar los grupos metilo, invirtiendo la metilación. Juntos, estos genes garantizan una metilación adecuada del ADN, favoreciendo el desarrollo normal y previniendo enfermedades.

En resumen, la metilación del ADN es un proceso natural y vital que ayuda a controlar qué genes están activos en nuestras células. Cuando la metilación del ADN falla, puede provocar graves problemas de salud. Entender mejor este proceso ayuda a los científicos a desarrollar nuevos tratamientos para enfermedades relacionadas con una regulación genética defectuosa.

Consulta la sección Metilación de nuestra app, donde podrás encontrar tus resultados filtrados por los genes clave relacionados con la metilación del ADN y el metabolismo del folato. ¡Estamos aquí para ayudarte! 


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